Hombre/mujer, razón/emoción, naturaleza/cultura, cuerpo/mente, material/discursivo son algunos de los dualismos sobre los que se acaba construyendo el mundo. Éstos no son inocentes ni responden a neutralidades objetivas. Las bases del conocimiento del Norte Global se alimentan de diferentes relaciones dicotómicas que establecen jerarquías. Ante esta situación, el giro afectivo abre la posibilidad de desmontar las dinámicas de poder causantes de desigualdades.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de afectos? ¿Son los afectos contrarios a la razón? ¿Qué es lo que guía nuestro comportamiento? ¿Cómo tomamos decisiones? ¿Hay afectos positivos y negativos? Estas son algunas de las preguntas que guiarán la primera sesión del curso, en la que introduciremos algunas nociones básicas para definir el giro afectivo y sus efectos sobre cómo (nos) pensamos.

La educación de la subjetividad humana radica, en parte, en la voluntad de imponer límites. Estas barreras, cuya finalidad es perpetuar lo humano-normativo, operan tanto en los usos psíquicos de la imaginación como en la inversión de la fuerza afectiva y la energía deseante. En las últimas décadas, la teoría queer y la teoría crip han ofrecido modos de desentrañar los procesos a través de los cuales se configura el pensamiento humano-heterosexual, determinando los devenires de afecto y deseo, restringiéndolos a través de represión, asco y fobia hacia “lo otro”.

Desde una perspectiva transdisciplinar, con aportaciones de los nuevos materialismos, el psicoanálisis y la teoría crítica, en esta sesión ofreceremos alternativas cuir y crip al modo en que concebimos la corporalidad, sus potencias y sus devenires. Pondremos especial énfasis en la relación entre abyección y ansiedad, buscando en la obra de autorxs clave alternativas gozosas al miedo.

Los nuevos materialismos son enfoques filosóficos y teóricos que se desarrollan en diferentes campos de conocimiento. Tratan de repensar la relación entre la materia, la materialidad y la cultura, a la vez que desafían convicciones tradicionales sobre lo que se define como realidad, verdad, agencia o conocimiento.

En esta sesión nos centraremos en los feminismos y el psicoanálisis feminista como espacios fértiles para repensar los nuevos materialismos. También analizaremos la negación de los dualismos propia del giro afectivo, la relación entre lo material y el discurso, el cuerpo y la materialidad y la capacidad de resistencia.

En los últimos años, diversas pensadoras han venido denunciando una deriva capitalista de aquello que Spinoza denominó pasiones alegres. La euforia, la felicidad o la ilusión han perdido su potencial crítico para convertirse en un deseo ciego y sobreexcitado que pone todas sus energías al servicio del funcionamiento del sistema neoliberal, donde la dimensión personal y la profesional se confunden hasta volverse indiscernibles. En contrapartida, pasiones como la rabia, la furia o la venganza desaparecen del espacio político o solo son legítimas como rasgo distintivo de la masculinidad cisheteronormativa.

En esta situación, ¿qué afectos tienen hoy capacidad de disenso? ¿Cómo podemos pensar un deseo de desobediencia que cuestione la economía libidinal de las sociedades neoliberales? ¿Podemos concebir una subjetividad no esencialista dotada de atributos que, aun asociados históricamente con la masculinidad tóxica, sean susceptibles de una apropiación legítima? En la presente sesión nos proponemos explorar gramáticas de la disidencia desde una revaloración de los afectos negativos.

La movilización de las emociones ha sido una estrategia central para la política desde hace siglos. La caza de brujas es un ejemplo de ello. En las últimas décadas, nuevas estrategias de movilización de los afectos se suceden con el objetivo de fortalecer políticas neoliberales.

En esta sesión analizaremos cómo la guerra contra el terror que comienza en 2001 con los atentados contra las Torres Gemelas supone el origen de un nuevo tipo de movilización afectiva basada en la ira, el miedo y la sospecha. Sin embargo, no todas las movilizaciones actuales se centran en los llamados afectos negativos, también los positivos son instrumentalizados por el poder para la construcción de nuevas subjetividades. Los mensajes sobre la resiliencia, el control, la maximización del valor del llamado capital humano, el esfuerzo y el sacrificio son ahora mantras impresos en nuestras tazas de café matutino.