El liberalismo, entendido generosamente, engloba una serie de doctrinas y posiciones filosóficas que en su momento supusieron cierta ruptura con la tradición inmediatamente anterior. Así mismo, el liberalismo clásico (de Locke a Stuart Mill y más allá) bebe del pozo fecundo de la herencia de Grecia y Roma para fundamentar algunos de sus postulados más conocidos, como pueden ser la primacía de las libertades individuales, la necesidad del consentimiento de los gobernantes, la existencia previa del contrato social o la poderosa idea de la igualdad ante la ley. En las sesiones de este seminario se intentará rastrear esta influencia y contextualizarla adecuadamente en el tiempo y en el espacio.

Recorriendo el hilo que conecta el presente con el pasado, el ciclo de seminarios Los clásicos y las ideologías, dirigido por Raül Garrigasait, analiza las influencias de los clásicos griegos y latinos en algunas de las principales ideologías modernas.

Con la colaboración de La Casa del Clàssics.