Representante de la alta cultura monástica, la magistra renana cuenta con un imaginario muy fructífero. Las “visiones” inspiradas por Dios le otorgaron una autoridad religiosa que tuvo un profundo impacto para la sociedad de su tiempo. De entre las múltiples vertientes de su pensamiento, nos centraremos en su concepción del ser humano, situado en una cruzada de decisiones con las que va dando forma a su camino de vida. El alma establece un diálogo dialéctico con las fuerzas del bien y del mal y aprende a beneficiarse de la utilitas medicinal de la naturaleza. La belleza, afirma Hildegarda, es también un fármaco.

Con su libro Hortus deliciarum o El jardín de las delicias, Herrada pasa a la historia como la primera editora conocida de una enciclopedia latina en época medieval. Esta magnífica obra – conservada solo parcialmente – es así mismo un tratado teológico que la abadesa de Honenbourg elaboró como la abeja que construye un panal de miel para nutrir las almas de sus hijas. Viajaremos al corazón de su monasterio, dedicado a santa Odila y ubicado en un paraje único en lo alto del macizo de los Vosgos alsacianos, así como de su libro, repleto de textos e imágenes preciosas sobre la historia de la humanidad.

A las puertas del Renacimiento, Christine es una de las primeres humanistas. No habla desde el monasterio ni mediante la autoridad divina, sino a partir del “yo” (moi), un instancia que muestra un nuevo emplazamiento de la autoridad femenina. Trataremos La ciudad de las damas y El camino del largo estudio, una muestra de literatura onírica, escrita en verso, en la que emprende un vuelo celeste de la mano de la Sibila de Cumas. Observar la tierra desde los cielos, junto con otras Damas, le permite reflexionar e intentar pacificar el reino de Francia de su tiempo.

El nombre de Juliana Morell se encuentra en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona. Es considerada una representante del saber femenino y, paradójicamente, no sabemos nada sobre ella. Juliana buscó a contracorriente un espacio propio, entre el mundo y el claustro, entre el tiempo y la eternidad. Atravesada por las contradicciones del Barroco, su pensamiento fluye orgánicamente entre el racionalismo cartesiano y la mística teresiana. Fue la primera doctora en filosofía de la historia y destacó en el ámbito de la lógica y la retórica. Actualmente, se puede visitar una exposición monográfica sobre Juliana Morell en el Real Monasterio de Santa María de Pedralbes.