La lucha por la hegemonía yihadista se desarrolla en África con una carrera por el poder entre Al Qaeda en el Magreb Islámico y Boko Haram, sin olvidar el resurgir de Al Shabab en Somalia. Pese a la percepción del público occidental, el grupo yihadista que más mató en 2014 (últimos datos disponibles) no fue Estado Islámico, sino Boko Haram. La banda nigeriana juró lealtad a Estado Islámico, pero sigue conservando autonomía en sus operaciones y sus ataques suicidas están desgarrando Nigeria y los países vecinos.