Más allà de las drogas, la ostentación y los enfrentamientos mediáticos conocidos como beefs, el trap ha canalizado el estado emocional de una época y de toda una generación. La normalización de los problemas de salud mental ha caracterizado la proyección de algunos de estos artistas, que han adoptado elementos tanto del romanticismo clásico como del emo pop de los años noventa. Alicia Álvarez Vaquero, una de las prescriptoras del género más solventes de nuestro país, ha documentado minuciosamente esta intersección entre depresión y música urbana en medios como BeatBurger y programas como El Bloque o Issues, este segundo en Radio Primavera Sound.