Una fascinación mórbida por universos sombríos y visiones apocalípticas se ha instalado en Occidente. Así lo indica el consumo actual de distopías, que no se conforma con su profusa producción en lo que llevamos de siglo, sino que recupera y revitaliza, en diversos formatos y géneros, algunas de las realizadas el siglo anterior. Pero más allá del componente contingente de esa moda, se puede conjeturar la existencia de un estado concreto del mundo occidental, de una situación económica, social y política que genera angustia y miedo y configura un modo de mirar la sociedad y su futuro, a la que se puede llamar “distópica”.

El curso propone indagar, a partir de algunas obras elegidas entre las más conocidas del género, el vínculo entre el relato distópico y la mirada que lo produce. O lo que viene a ser parecido, el vínculo entre la sociedad y las creencias que esta alberga de sí misma, muchas veces inconscientes, y que se reconocen al leerlas o verlas en pantalla, encarnadas en una historia.