En la primera sesión consideraremos el momento y las circunstancias que movieron a Cervantes a retomar su novela de 1605 y estableceremos una breve valoración de su nuevo empeño novelesco. A continuación nos adentraremos en los capítulos iniciales, que retoman el hilo de la acción donde se dejó, incluyen a un nuevo personaje de relieve (Sansón Carrasco) y presentan a los protagonistas una sorprendente noticia: sus aventuras se han impreso y circulan como libro.

La nueva salida de don Quijote y Sancho -con Zaragoza en el horizonte- los lleva en primer lugar al Toboso, donde caballero y escudero parecen intercambiar sus respectivos roles de credulidad e incredulidad. Una atmósfera de duda entre lo vivido y lo fingido o imaginado, entre el individuo y su personaje, es el punto en común de las aventuras iniciales, que incluyen, entre otras, el duelo con el Caballero de los Espejos, el encuentro con el Caballero del Verde Gabán o las bodas de Camacho.

En continuidad con el bloque anterior, los protagonistas viven aventuras asociadas a la materia caballeresca, pero marcadas por discrepancias entre ellos sobre su veracidad. Tiene un papel conductor la angustia de don Quijote ante el encantamiento de Dulcinea. Caballero y escudero son acogidos por unos aristócratas que han leído sus aventuras, lo que da pie a un ameno interrogatorio a los personajes sobre su condición. Estos capítulos contienen algunos de los lances más famosos de la Segunda parte, como la cueva de Montesinos y el retablo de Maese Pedro, y presentan el motivo del desencantamiento de Dulcinea.

En esta sección los duques trazan sus burlas más sonadas, mientras dan cauce "real" a las fantasías de los protagonistas, y se produce la separación narrativa de don Quijote y Sancho cuando este parte a gobernar la ínsula Barataria. La aventura del caballo Clavileño constituye la más clara exposición literaria del pacto entre fabuladores y lectores, y los episodios de la ínsula introducen una reflexión sobre el buen y el mal gobierno, además de conceder protagonismo en solitario al escudero.

Tras el reencuentro entre don Quijote y Sancho y la partida del palacio de los duques, la novela aborda un hecho imprevisto y real: la existencia de una continuación falsa de las aventuras de los protagonistas. Este acontecimiento, sobre cuya significación en el diseño general de la novela se sigue especulando, tiene el efecto de variar la ruta de los personajes y encaminar sus pasos hacia Barcelona. Enmarcan el núcleo sendos encuentros con personajes fuera de la ley: el morisco Ricote y el bandolero Roque Guinart.

Los apretados y amenos lances barceloneses sitúan la acción en un escenario urbano por primera y última vez en las dos novelas. En la playa de la ciudad, don Quijote es desafiado y derrotado. El regreso de los protagonistas a su aldea recupera algunos hitos del itinerario precedente, insiste en descalificar a Avellaneda desde el interior de la ficción y culmina con destellos de ilusión (vida pastoril) y abatimiento (agüeros), a los que siguen la recuperación de la cordura por parte del hidalgo y su muerte.