Fenómenos globales como #MeToo han reactivado la conciencia de lucha contra el heteropatriarcado iniciada ya décadas atrás. El debate sobre la (in)validez de las categorías de género gana terreno, y poco a poco parece que aparece una masculinidad igualitaria, autocrítica y dispuesta a ceder espacios de privilegio. Un proceso que, a pesar de todo, sigue dando lugar a multitud de paradojas, ambigüedades, y todavía más interrogantes: ¿la “nueva masculinidad” surge de la disolución de las categorías del género, o se trata de una simple sustitución de los atributos del “hombre” tradicional por otros de diferentes? ¿La abolición del heteropatriarcado implica necesariamente el fin de la heterosexualidad? ¿Estas nuevas sensibilidades están calando en todos los estratos sociales, o están restringidas a una élite?

El periodista y escritor Antonio J. Rodríguez compartirá sus reflexiones en torno a la masculinidad, el género y el deseo en un nuevo marco que nos conmina a cambiar de posición y a redibujar, juntos, nuestros mapas afectivos.

Acto en colaboración con CCCB Debates.

Islam y feminismo constituyen todavía una encrucijada para la mayoría de mujeres nacidas en familias musulmanas. Es hora de transmitir un mensaje claro en favor de la igualdad entre sexos y de la libertad de las mujeres, un mensaje que a la fuerza tiene que pasar por una contra educación feminista y un enfrentamiento con la carga misógina de la religión para reivindicar que hombres y mujeres podamos relacionarnos con ella como nos parezca y no según los relatos hegemónicos que perpetúan una masculinidad patriarcal.

Un caso emblemático de la transformación de Barcelona, tanto desde una perspectiva urbana como desde un análisis de sus recreaciones literarias y cinematográficas a lo largo del siglo pasado, sería el del antiguo «Distrito Quinto», parte del cual acabó conociéndose popularmente como «Barrio Chino» desde la década de los años 20 y que en la actualidad se engloba en el «Raval». En esta conferencia se ofrecerá un recorrido cultural por las realidades históricas y los imaginarios sociales de esta “región moral” a partir de testimonios de las personas trans que la poblaron.

En esta sesión hablaremos de lo que significa definirse como hombre y de aquello que consideramos como masculino, es decir, como una manera aprendida de estar en el mundo. ¿Cuáles son los privilegios estructurales de los que los hombres, por el mero hecho de ser hombres, han disfrutado y disfrutan? A pesar de que hablamos de igualdad de género en muchos ámbitos, muchos hombres se identifican con masculinidades tóxicas que se sustentan en modelos de dominación. Hablaremos de diferentes maneras de definirse como hombre que rechacen la violencia, la dominación, el sexismo inherente a la masculinidad hegemónica y se comprometan con modelos de igualdad, justicia, diálogo y no violencia.

El Palomar, integrado por Mariokissme y R. Marcos Mota, es un proyecto desde el que revisar la historia oculta en relación con la identidad y el género. El Palomar es un contexto de trabajo, un posicionamiento político y un replanteamiento institucional. Sus artífices son artistas, pero también son programadoras, actúan como comisarias y generan discursos críticos. Este laboratorio de base queer marca sus propios ritmos, combinando identidades múltiples y flexibles para modificar las formas de trabajar con el arte. En su ponencia El Palomar, presente, pasado y futuro, revisarán más de siete años de trayectoria.

La teoría feminista ha hecho una profunda crítica al sujeto hegemónico de la Modernidad, identificando a dicho sujeto como una gran trampa en la que el neoliberalismo y el régimen patriarcal han colaborado mutuamente para ocultar la vulnerabilidad de los cuerpos, la interdependencia de los sujetos o la opacidad del deseo. Ese sujeto masculino inverosímil, puramente racional, transparente y autosuficiente, es tanto el llanero solitario de los western como el lobo de Wall Street, es el héroe y es también el villano. Esta sesión propone un análisis crítico de la subjetividad patriarcal y de su supervivencia en una parte de los discursos contemporáneos sobre las "nuevas masculinidades". La crítica al sujeto clásico de la masculinidad implica la asunción de una impotencia: los hombres también son producto del poder y también están atravesados por el deseo. La masculinidad no dejará de ser patriarcal si creemos que los hombres son tan autónomos y poderosos que pueden cambiarse a sí mismos solos y si seguimos dividiendo el mundo entre los héroes y los villanos.