¿Es posible hoy un teatro político? ¿Existe? ¿Cuáles son sus formas, estrategias y puntos de vista? ¿Qué papel se otorga al público? Ante un momento en el que crecen los totalitarismos y las posiciones extremas han invadido los medios de comunicación, queremos reflexionar sobre la potencia del teatro como espacio para la crítica y sobre su poder transformador. Nos preguntamos si el teatro puede ofrecer hoy un lugar de resistencia al empuje de un capitalismo neoliberal que parece inquebrantable, que ha penetrado en cada rincón de nuestra subjetividad y se ha hecho fuerte en las formas de producción y de gestión de la cultura y el arte. En esta sociedad virtual en la que la tecnología ocupa un centro incuestionable y las redes sociales a menudo parecen nuestra primera vía de comunicación, tal vez el arte teatral pueda convertirse en un espacio privilegiado de renovación y de disenso precisamente porque en él el encuentro entre las personas es todavía una razón sine qua non.